En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad se ha convertido en una cuestión importante. Los estafadores son cada vez más astutos y encuentran nuevas formas de robar datos personales y financieros.
Una contraseña segura es un buen comienzo. Utiliza una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Evita contraseñas sencillas y fáciles de adivinar, como «123456» o «contraseña».
La autenticación de dos factores ofrece seguridad adicional. Además de la contraseña, necesitas un segundo paso de confirmación, por ejemplo, un código que se envía a tu smartphone o por correo electrónico. Este método hace que sea mucho más difícil para los ciberdelincuentes acceder a tu cuenta o a tus datos.
Ten cuidado con los correos electrónicos y enlaces de remitentes desconocidos. Los correos electrónicos de phishing pueden parecer engañosamente auténticos e intentar obtener tus datos personales. No hagas clic en enlaces de correos electrónicos de remitentes desconocidos. Presta atención a las faltas de ortografía o a los enlaces dudosos. No reveles información personal bajo ninguna circunstancia.
Comprueba si la URL empieza por «https://» y si aparece el símbolo de un candado en la barra de direcciones. Estos signos indican que la conexión con el sitio web está encriptada y que tus datos se transmiten de forma segura.
Nunca des información personal o financiera por teléfono o por mensaje de texto. Los delincuentes suelen hacerse pasar por empleados bancarios o autoridades para obtener tus datos.
Desconfía de las llamadas de tu banco pidiéndote información confidencial. Ningún banco solicita esos datos por teléfono. Cancela la llamada y ponte en contacto con tu banco a través del servicio de atención al cliente para asegurarte de que la llamada era oficial.
Bajo ningún concepto instales software si te lo pide alguien que no conoces. Esto permite que desconocidos accedan a tu ordenador a través del software de acceso remoto y roben tus datos. Los estafadores suelen utilizar este método para acceder a tus datos o instalar programas maliciosos.
No guardes tus datos de acceso en tu smartphone, tableta u ordenador, ya que pueden ser robados. En su lugar, utiliza un gestor de contraseñas para almacenar tus datos de forma segura.
No envíes TAN (números de transacción) por correo postal, mensaje de texto o correo electrónico. Están destinados exclusivamente a tu uso y no deben compartirse. Terceros no autorizados pueden utilizar el TAN para realizar transacciones.
Algunos delincuentes no dudan en hacer llamadas alegando que tus seres queridos se encuentran en una situación de emergencia. Acuerda una palabra clave con tus familiares o amigos íntimos para asegurarte de que una llamada o un mensaje son auténticos.